El ajo podría ser la hierba aromatizante más querida del mundo. ¡Diversas culturas han utilizado su delicioso sabor para realzar la cocina desde tiempos inmemoriales! Como posiblemente la hierba culinaria más popular del mundo, veamos qué ofrece el ajo de forma medicinal en el #herbalwisdomwednesday de esta semana.
“La propaganda: El ajo es una hierba increíble porque es muy fácil de acceder y usar sin tener que ir demasiado lejos. Hay muchas opciones excelentes para introducir más en su dieta... fresco, granulado, en polvo, encurtido... ¡la lista continúa! El ajo es una hierba excelente para combatir el resfriado común o para mejorar el sistema inmunológico. Es cálido y picante, y siempre prefiero mucho ajo cuando siento que se acerca un resfriado. Agréguelo a sopas o verduras salteadas, caldos (mi favorito personal) o cualquier otro alimento al que desee agregar algo de sabor y maravillosos beneficios para la salud. También se sabe que el ajo ayuda con el colesterol, la presión arterial y por sus altas propiedades antioxidantes. El ajo también se ha utilizado durante siglos por sus propiedades antimicrobianas. Una de mis primeras experiencias con el uso medicinal del ajo fue cuando mi madre me puso un diente de ajo pelado en la oreja mientras yo tenía un fuerte dolor de oído cuando era niño. Esta es la primera vez que lo hago cuando tengo dolor de oído, y es un remedio fácil de usar si no tienes aceite de ajo a mano y necesitas aliviar el dolor de oído rápidamente. Hay muchas maneras de incluir hierbas que fortalecen el sistema inmunológico en su vida y dieta, pero el ajo es, con diferencia, mi favorito. ¡Es sabroso, cálido y muy fácil de usar y encontrar!
Nombre común: Ajo
Nombre latino: Allium sativum
Nombre de familia: Amaryllidaceae
Descripción: La mayoría de la gente probablemente tenga ajo en su cocina. Los bulbos están cubiertos por una fina piel blanca como el papel que los protege y los mantiene unidos. Las hojas suelen tener capas y un color verde brillante. El tallo floral produce una flor parecida a un bulbo, similar a la de la flor de cebollino u otras flores de cebolla”.
-Maisie Moore, 2020
El ajo es probablemente un alimento básico en muchas de tus cocinas, pero ¿has probado el ajo silvestre? Todas las partes de la planta son comestibles, pero muchos de nosotros tendemos a quedarnos con los dientes del bulbo.
Aquí hay algunas recetas divertidas para probar mientras aún está en temporada.
Salsa Verde de Ajo Silvestre de Riverford Reino Unido
Esta receta no es en lo que pensamos cuando escuchamos Salsa verde (al menos aquí en California)
Ingredientes
- 1 diente de ajo, machacado o picado
- 1 cucharada de alcaparras, enjuagadas con vinagre y sal
- 2 -3 filetes de anchoa (no es esencial, pero definitivamente vale la pena agregarlo)
- 2 puñados de hojas planas de perejil
- ½ puñado de hojas de ajo silvestre
- 1 cucharada de vinagre de vino tinto o jugo de limón
- 6 cucharadas de aceite de oliva
Instrucciones
Coloque el ajo, las alcaparras, las anchoas, el perejil y los ajos silvestres en un procesador de alimentos y mezcle bien (o pique finamente a mano). Coloca la mezcla en un bol y agrega el vinagre o el jugo de limón. Rocíe suficiente aceite de oliva para darle una consistencia bastante espesa y sazone bien.
Hummus de ajo silvestre de Velvet & Vinegar
Ingredientes
- 300 g de garbanzos cocidos ecológicos
- 40 g de ajos silvestres ecológicos
- 2-3 cucharadas de jugo de limón orgánico
- 3 cucharadas de aceite de oliva orgánico
- 2 cucharaditas de pasta tahini blanca aprox. 25 g, orgánico
- 1/2 cucharadita de sal orgánica
- agua o aquafaba a tu gusto
Instrucciones
- Enjuague los ajos silvestres con agua corriente y déjelos escurrir.
- Pon todos los ingredientes en una licuadora y haz puré. Alternativamente, puedes usar una batidora de mano.
- No es recomendable añadir toda el agua/aquafaba de una vez, así que puedes elegir tu propia consistencia. Primero añade un poco de agua y luego más y más hasta que te quede bien.
Gnudi de ortiga con pesto de ajo silvestre
Receta de la revista Good Food, abril de 2015.
Ingredientes
- 2 tarrinas de ricota de buena calidad de 250 g
- 200 g de hojas tiernas de ortiga (recolectadas - ver consejo)
- 50 g de parmesano (o alternativa vegetariana), más extra para servir
- 2 yemas de huevo
- nuez moscada, para rallar
- 350 g de harina de sémola o sémola fina
- 6 cucharadas de pesto silvestre (a continuación se muestra uno sabroso de la herbolaria Jane Bothwell )
Método
- Forrar un colador con un trozo de muselina y colocar sobre un bol. Vierta la ricota, junte los extremos de la muselina y átelos suavemente. Dejar escurrir durante 4 horas o preferiblemente toda la noche.
- Mientras tanto, ponga a hervir una cacerola con agua. Blanquear las hojas de ortiga rápidamente, luego escurrirlas y enfriarlas bajo el grifo de agua fría. Vuelva a escurrir bien y exprima la mayor cantidad de agua posible de las hojas, luego pique muy finamente y enfríe hasta que las necesite.
- Para hacer el gnudi, transfiera la ricota colada a un tazón grande. Batir un poco, luego añadir todo menos unas cucharadas de parmesano, las yemas de huevo, las ortigas, una buena ralladura de nuez moscada y mucho condimento. Revuelva bien para combinar. Vierta la sémola en una bandeja para hornear grande (más tarde deberá caber en el refrigerador). Mójese las manos, sumérjalas en la sémola y, trabajando rápidamente, vierta 1 cucharadita colmada de la mezcla de ricotta en las manos y forme una bola con cuidado. Coloca la bola en la bandeja de sémola y enrolla para que quede completamente cubierta. Recógelo y hazlo rodar entre las palmas de tus manos para crear una bola suave, luego vuelve a colocarlo en la sémola. Continúa con el resto de la mezcla; deberías tener unas 28 bolas en total. Dejando las bolas en la sémola, asegúrese de que estén bien espaciadas y luego cúbralas sin apretar con film transparente. Enfríe durante 12 a 24 horas (cuanto más tiempo, mejor) hasta que se forme una piel en el gnudi.
- Para cocinar, hierva una cacerola grande con agua. Mientras tanto, vierta el pesto en una sartén. Una vez que el agua esté hirviendo, agregue tandas de gnudi y cocine a fuego lento durante 2-3 minutos o hasta que suban a la superficie. Sacar con una espumadera y transferir a un colador. Repita con el gnudi restante. Calentar el pesto en la sartén con unas cucharadas del agua de cocción del gnudi para que se suelte. Vierta el gnudi cocido en la sartén y gire suavemente las bolas en el pesto. Dividir en platos y esparcir sobre el queso parmesano restante y una buena pizca de pimienta negra antes de servir.
Pesto de hierbas silvestres
MEZCLA:
- 4-6 dientes de ajo (Allium sativum),
- ½ taza de nueces o semillas de tu preferencia, ligeramente tostadas,
- 1 taza de aceite de oliva o aceite de oliva con infusión de hierbas,
- 4 tazas de verduras de tu elección, sin llenar.
Algunas buenas combinaciones son: -
acedera de oveja (Rumex acetosella), sembrar cardo (Sonchus oleraceus)
perejil (Petroselinum sativum), nueces - perejil (Petroselinum sativum) diente de león (Taraxacum officinale melisa (Melissa officinalis) almendras
- menta (Mentha piperita), perejil (Petroselinum sativum) piñones.
- albahaca (Ocimum basilicum) col rizada, semillas de girasol,
Instrucciones:
- Cubrir con una fina capa de aceite y colocar en un recipiente pequeño para minimizar el espacio de aire.
- Se conservará en el frigorífico unas 3 semanas y también se puede congelar.
- Disfrútelo sobre pasta, arroz, pan, sopas, etc.